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"I don't want to belong to any club that will accept people like me as a member." Groucho Marx en Groucho and Me (1959).

sábado, 21 de diciembre de 2013

choque esas cinco

La premisa de este año es que la distopía, que antes era social, ahora es familiar. Es decir, todas aquellas pesadillas sociales que vemos en películas como El precio del mañana, El vengador del futuro o, para ir a un clásico, Un mundo feliz; ahora suceden de alguna manera en la perversión de lo que conocemos como familia. En ese sentido, las series que mejor entendieron esta premisa y se estrenaron en 2013 son las siguientes cinco:

Ray Donovan (Showtime, 12 episodios), la historia de un fixer que arregla los conflictos criminales de las estrellas de Hollywood pero no ha podido reconstruir los puentes con su familia: desde su padre que es un ex convicto hasta sus hijos que comienzan a asumir solapadamente el legado del padre. Actúan Jon Voight, Liev Schreiber y Elliott Gould.


The Americans (FX, 13 episodios), el asunto acá es el matrimonio: Los Jennings (Keri Russell y Mathew Rhys) actúan como matrimonio, con sus dos adorables hijos americanos que viven en Washington, pero son espías de la KGB y tienen de vecino a un agente del FBI. Es el año 1981 y el FBI persigue comunistas. Todo lo irreal del mundo de los espías –sus lealtades, traiciones y trampas– son más reales en el universo del matrimonio.


Rectify (Sundance Channel, 6 episodios), en los 90 una familia de un pequeño pueblo de Georgia despide a su hijo adolescente, quien se va al pabellón de la muerte acusado de un crimen que no sabemos si cometió o no. Con apelaciones la sentencia a muerte se posterga como 30 años y el hijo sale, vuelve a la casa y al pueblo hecho casi un zombie: un ser suspendido en el tiempo, ni vivo ni muerto. La familia también va contaminándose de esa no-vida. La escribe, dirige y produce el escritor, director y actor Ray McKinnon. Actúa Abigail Spencer, que no es un dato menor.


Top of the Lake (BBC2 + Sundance Channel, 7 episodios) Es el paraíso “indie” bien entendido, la hicieron productoras de cine australianas en locaciones de Neo Zelanda. Actúan Holly Hunter y Elisabeth Moss, y la escribió y dirigió Jane Campion. O sea, es una película de Campion de poco más de seis horas.


The Fall (BBC, 5 episodios)
Como para que quede claro que no es la angelical Dan Scully de X-Files, la primera imagen que vemos de Gillian Anderson en The Fall nos la muestra con una máscara facial verde (verde: como los marcianitos), en el baño, poco antes de quitársela con una toalla. La puesta en escena de esa aparición es un dato para el espectador atento: “Pibe, sacate de la cabeza a aquella agente inmaculada del FBI, esto es Irlanda del Norte”, parece decirnos. Anderson persigue a un asesino serial al que vemos cometer sus crímenes y desarrollar su vida cotidiana (es un psicólogo social). Transcurre en Belfast. El título está tomado de una línea del poema de T.S. Eliot “The Hollow Men” (forma parte de la educación básica de cualquier estudiante avanzado del Reino Unido e incluso Estados Unidos). El relato se apoya en la investigación porque es la investigación la que pone un relato a la pornografía (en todo sentido) de los crímenes).

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