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domingo, 4 de marzo de 2012

lucio dalla por ángel faretta



Caruso (originale) by Lucio Dalla on Grooveshark

Ángel Faretta está en Facebook. Conserva aquella cosa esquiva con la efeméride: atento y sensible a las necrológicas, no corre a apuntar noticias del finado. Así, tres días después de la muerte de Lucio Dalla escribe esto en el muro: “Corre una historia casi legendaria sobre el origen de esta canción. Lucio Dalla la escribió después de haber estado en Sorrento. Se le estropeó el barco en que viajaba y una vez allí solo había disponible las lujosas habitaciones del Grand Hotel Excelsior Vittoria, donde Caruso vivió los dos últimos meses de su vida y donde se conservaban sus libros, sus fotografías y su piano. Alguien del lugar, llamado Angelo y que tenía un bar en el puerto le contó esta historia...
Caruso estaba enfermo de la garganta y sabía que tenía los días contados pero eso no le impedía dar lecciones de canto a una joven de la cual estaba enamorado. Una noche de mucho calor no quiso renunciar a cantar para ella que lo miraba con admiración, así que, aún encontrándose mal, casi al final, se hizo llevar el piano a la terraza en rotonda que da al puerto y empezó a cantar una mezcla de apasionada declaración de amor y sufrimiento. Su voz era aún tan potente que los pescadores de la bahía, ya de noche, oyéndole regresaron al puerto y se quedaron anclados bajo la terraza y acribillaron el espejo del mar con las luces de sus farolas...
“Caruso siguió cantando y esa noche su estado empeoró. Dos días más tarde, el 2 de agosto de 1921, moría en Nápoles. Todo esto no figura en la biografía escrita por su viuda neoyorquina.”
Luego Faretta nos da la versión original de “Caruso” (1968):

Qui dove il mare luccica
su una vecchia terrazza
davanti al golfo di Surriento
un uomo abbraccia una ragazza
dopo che aveva pianto,
poi si schiarisce la voce
e ricomincia il canto.

Te voglio bene assaie
ma tanto tanto bene sai
è una catena ormai
che scioglie il sangue dint'e vene sai.

Vide le luci in mezzo al mare
pensò alle notti là in America
ma erano solo le lampare
e la bianca scia di un' elica.
Sentì il dolore nella musica,
si alzò dal pianoforte
ma quando vide la luna uscire da una nuvola
gli sembrò dolce anche la morte.
Guardò negli occhi la ragazza,
quegli occhi verdi come il mare,
poi all'improvviso uscì una lacrima
e lui credette di affogare.

Te voglio bene assaie
ma tanto tanto bene sai
è una catena ormai
che scioglie il sangue dint'e vene sai.

Potenza della lirica
dove ogni dramma è un falso
che con un po' di trucco e con la mimica
puoi diventare un altro.
Ma due occhi che ti guardano
così vicini e veri
ti fan scordare le parole,
confondono i pensieri.
Così diventa tutto piccolo,
anche le notti là in America,
ti volti e vedi la tua vita
come la scia di un'elica.
Ma sì, è la vita che finisce,
ma lui non ci pensò poi tanto
anzi si sentiva già felice
e ricominciò il suo canto.

Te voglio bene assaie
ma tanto tanto bene sai
è una catena ormai
che scioglie il sangue dint'e vene sai

Y la traducción de Ángel Faretta

Aquí donde el mar reluce
y sopla el viento fuerte
sobre una vieja terraza
frente al golfo de Sorrento
Un hombre abraza una muchacha
luego de haber llorado
después se aclara la voz
Y recomienza el canto.

Te quiero tanto y más *
pero tanto y bien, lo sabés,
es una cadena que ya
disuelve la sangre en las venas, sabés.

Vio las luces en medio del mar
pensó en las noches, allá en América
pero eran solo las farolas
Y la blanca estela de una hélice.
Sintió el dolor de la música
cuando se levantó del piano
y cuando vio la luna salir de una nube
Le supo dulce aún la muerte.
Miró en los ojos a la muchacha
esos ojos verdes como el mar,
luego de pronto surgió una lágrima
Que él creyó ahogar.

Te quiero bien y tanto
pero tanto y bien, lo sabés,
es una cadena que ya
disuelve la sangre en las venas, sabés

Poderes de la lírica
donde cada drama es falso
pero que con truca y mímica
puede volverse de otro.
Pero dos ojos que te miran
así tan cerca y verdaderos,
te hacen olvidar las palabras,
y confunden el pensamiento.
Así todo se vuelve pequeño,
aún las noches, allá en América,
te vuelves y ves a tu vida entera
como la estela de una hélice.
Y sí, es la vida que termina
Más él no pensó de ese modo
Incluso se sentía ya contento
Y retomó así su canto.

Te quiero bien y tanto
pero tanto y bien, lo sabés,
es una cadena que ya
disuelve la sangre en las venas, sabés.

* Aclaración de AF: El estribillo está en dialecto napolitano. De allí las dificultades con el “ai”, casi tan recurrente -me dicen- como el “ye” (ii) irlandés para traducir a otra lengua. Hice lo que pude. Lo hablaba con Jorge Aulicino: es más fácil traducir a Dante, Leopardi o Pavese que a Modugno o Dalla.




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